Mis amistades se encuadran dentro de los tres procesos, el caso es que la soledad de una marina es bastante deprimente y monótona, así que no he dudado mucho, presto organizo el barco, después de dos meses parado, sacarlo al varadero a pintar los bajos, que ya le toca y me marcho a disfrutar de la soledad placentera en Isla Tortuga, que nada tiene que ver con la rutinaria vida en el puerto.
Dos meses alejado de mi barco se me han hecho un poco largos, no porque mi estancia por tierras españolas hayan sido aburridas, pero estoy acostumbrándome muy bien a tirar de mi vida y que no tire la vida de mi, como había sido hasta hace no mucho.
Me doy cuenta y repito que no soy un solitario, pero he aprendido a que necesito momentos de aislamiento y sentirme inmerso en mi mundo marino, para la calmar mi interior. Me vienen a la memoria un par de estrofas que escribía unos años atrás, cuando sentía la navegación como algo más poética, que la realidad descubierta tiempos después:
Te he añorado mucho
mi tierra patria y hogar;
de atardeceres crueles
ocultos cielos de pesar.
Más no perderé rumbo
ni vientos que otear
mientras quede una vela
que me empuje en la mar
No hago ni pretendo cosas extraordinarias, simplemente vivo y disfruto de cada momento del día, conmigo mismo y con mi perrillo, que a veces me mira con insistencia y nos preguntamos el uno al otro ¿En qué estarás pensando?, misterio para ambos.
No dejo de sentirme Robinson Crusoe, cuando cada mañana me procuro el alimento bajo las aguas o ideo alguna componenda abordo, Arguiñano cuando cada día me preparo menús diferentes de recetas sencillas y apetitosas, o simplemente yo mismo, cuando uno tras otro los atardeceres, a veces me traen nostalgias de otros lugares y otras circunstancias, dejando paso a que mis pensamientos divaguen un poco más de la cuenta o se centren en la historia del libro de turno que estoy leyendo.
Pero no todo son soledades y aislamientos, hoy en día estamos demasiado sujetos por la tecnología al mundo exterior y como tal, siempre hay noticias y conversaciones, el teléfono vía satélite o la radio de onda corta que cada tarde me pone en comunicación con personas y barcos que se encuentran a varios miles de kilómetros, navegando o bien en tierra firme.
La soledad y el aislamiento solo acecha hasta donde uno quiere y desea que llegue.
Angel Viana
Angel te veo un poco vago con el blog. Me imagino que ahora que esta Urtzi escribirás incluso menos jejejeje.
ResponderEliminarEstaré atento para saber cuando sales para cruzar el charco y espero poder salir a buscarte con el Rafni.
Un abrazo
Aupa Angel!
ResponderEliminarUn poco atrasadillo el blog no?
A ver si nos pones al día. ¿Que es de tu vida?
Nosotros seguimos en México, instalados en Puerto Morelos donde hay un arrecife natural estupendo. Hay canal balizado para entrar, puerto comercial, marina (marina del Cid) y se puede fondear en el interior del arrecife. Anímate y visitanos!
Un abrazo para ti y una caricia para perro
Anuska y Román
Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, me llamo Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un curar incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor entorno, póngase en contacto con el Dr. Ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com, también puede llamar o WhatsApp +2348052394128
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