¡ Feliz cumpleaños !

Este no es un escrito del todo original. En parte es una sinopsis de un artículo http://www.fondear.org/infonautic/Hombre_y_Barco/Vida_Bordo/Vuelta_Mundo/Vuelta_Mundo.htm que me envió nuestro amigo Cesar- El Temido III de LTP- sabiendo que el proceso de adaptación al barco me estaba costando un poco. Me hizo muy bien saber que existe un tiempo de acomodación que puede llegar a ser de 6 a 10 meses. A partir de la lectura de los artículos empecé a entender mejor lo que me estaba pasando.

Yo fui, como decía J.L. Borges, una de esas personas que viven sensata y organizadamente cada minuto de su vida. Yo nunca iba a ninguna parte sin termómetro, sin una bolsa de agua caliente, sin un impermeable.

Vivir y viajar por el mundo en un velero requiere un cambio total en la manera de vivir. Parece una perogrullada pero a mí me ha costado un mes, muchos altibajos y alguna que otra lágrima integrar el cambio drástico en mi cerebro .

Se deja atrás una vida ajetreada, un trabajo remunerado y una carrera profesional, las ventajas que ofrece la sociedad y las comodidades de la vida anodina. En definitiva, se deja atrás todo lo que se ha sido.

Hemos vivido tanto tiempo en las costumbres y formalismos sociales que cualquier cambio importante se hace difícil. Mi cerebro, por tantos años acostumbrado a la rutina y al stress, sufrió un shock como el preso que no sabe vivir cuando por fin le llega la libertad.

Pero, a partir de aquí todo son ventajas, ganando en libertad, liberándose del stress, de la preocupación, de la tediosa rutina que nos obliga a pasar día tras día de nuestra vida casi como una repetición del día anterior. Se aprende a compartir, a convivir en profundidad, a conocerse a sí mismo, a disfrutar con los inmensamente bellos rincones que todavía nos ofrece nuestro planeta. Se abre un nuevo libro de vida y - vuelvo a citar a J.L. Borges- se vive más despacio, se aprende a vivir descalzo, a dar más vueltas, a contemplar más amaneceres, a ser más felices.

Cada día nuevo rompo algún lazo con todo lo que fui y aprendo a disfrutar de la paz y la serenidad que me ofrece este tipo de vida. Cada día aprendo a confiar, a compartir, a convivir y a querer a Ángel. Cada día nuevo intento no engañarme, intento ser más yo, tener más confianza en mí misma, quererme más, disfrutar de las personas y las cosas que me rodean y ser feliz.

Hoy es el cumpleaños de Ángel y está muy contento, me gusta verlo así. El barco está varado desde ayer; ya han cambiado los retenes del eje de la hélice; mañana acabaremos de instalar la ecosonda de proa y le daremos patente. Parece que, por fin, vamos a resolver el tema del seguro del barco y hemos encontrado un amarre a buen precio en Marina Rubicón. Pero, además, cada vez nos conocemos mejor y confiamos más el uno en el otro, cada vez hablamos más, cada vez exteriorizamos más nuestros sentimientos y cada vez estamos más unidos. Ángel me ha apoyado mucho en estos últimos días. Ahora nos vamos a cenar con unos amigos y estamos contentos. ¡Feliz cumpleaños!