viernes, 30 de abril de 2010

LAZOS DE AMISTAD

Habitualmente suelo hacer caso a los consejos de mi Duende particular, cuando surgen ideas insólitas.
La decisión de mi regreso a Les Saintes, no tengo claro si ha sido idea mía o una sugerencia velada de quien sabía, que estos días iban a ser diferentes a lo que viene siendo mi navegación en solitario.
Nada más largar el ancla en el mejor sitio de la bahía, de Le Bourg des Saintes, trabo conversación con dos chicas francesas, tienen prisa por llegar a Antigua de donde las doy algunas indicaciones.
Al día siguiente, veo pasar por mi costado un barco que luce bandera española en la popa. Como la novedad no es muy habitual, por estas aguas, salgo a saludar, ellos lo hacen muy efusivamente desde el Nicolás III, fondean delante mío y pronto viene el armador a charlar un momento, quedamos en que pasaré a tomar una cerveza en cuanto haya terminado las labores de mantenimiento.

Una hora después me hallo en la bañera de este Oceanis 43, compartiendo una fresca cerveza con Mariano y Manolo, pero no queda ahí la cosa; desde el Nicolás III, oigo que alguien llama al Bahía las Islas, me asomo y veo un barco de bandera francesa en las proximidades, con una pareja a bordo.
Mis nuevos amigos, rápidamente reconocen a Yan y Verónica con quien han coincidido en Martinica, casualidades de la vida esta pareja son de Bilbao y han reconocido al Bahía de las regatas del Abra.
Les pedimos que se acerquen, aunque ya marchaban hacia María Galante, insistimos y terminan por abarloarse al Nicolás III, acabando en ser convencidos para que se queden.
Pero Verónica mañana tiene que coger un avión de regreso a Bilbao y poco me cuesta ofrecer el Bahía para llevarla mañana a Point A'Pitre, ya que el Shere-Khan de Yan, anda con el motor renqueando y la previsión es de poco viento.

Dicho y hecho, al día siguiente partimos para Point A'Pitre, a la pareja se suma Manolo, peculiar personaje donde los haya, sobre quien me extenderé más adelante.
Antes de ponerse el sol, ya estamos de regreso en Les Saintes y en los días siguientes los cuatro siempre nos reuniremos en cualquiera de los tres barcos a comer, cenar o bien tomar una cerveza fresca.
La conversación casi siempre en torno a lo que nos gusta, los barcos, las aventuras y las anécdotas en torno a todo ello, con las que Manolo no deja con la boca abierta


Manolo, me acompaña habitualmente en los paseos con Rufino, como he dicho antes, peculiar personaje, con bagaje de mil viajes y aventuras a lo ancho del mundo, hombre tranquilo, de fácil conversación, con el que no tardaré en trabar una buena amistad.

Pero las amistades de los transmundistas son efímeras, aunque los lazos perduren en el tiempo, el Nicolás III continúa su marcha hacia Antigua, desde donde harán el salto del Atlántico de vuelta a España. Yan se queda en la zona, a la espera de embarcar el Shere-Khan de regreso, también a España y yo continúo mi progresión hacia el sur.
Pero antes de partir hacia Martinica, no me quedo con las ganas de conocer la isla de María Galante, Yan se apunta en acompañarme, para navegar en conserva su primera navegación solitaria por las Antillas y en Sant Louis, pasaremos un par de días, donde estrechamos lazos de amistad, entre paseos por la isla y comidas a bordo.

Enriquecedor bagaje este retorno a Les Saintes, gracias Duende, en lo que a ti te toca.

2 comentarios:

  1. Hola Angel. empiezas a parecerte a un transmundista "pata negra" y cuando uno se parece a algo tienes todas las posivilidades de serlo, un gran saludo desde Lanzarote.
    Juanmacarril

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